IMPORTA MUCHO

Señor analfabestia, sabe, por el Dios de los hebreos, si Bolívar era
judío, válgame la pena? Ni por tocar un pito, repito y lo redigo.
Sabe quizás por un acaso siniestro de la suerte, si Bolívar era
negro, zambo, patitieso, bufón de manifiesto? A quién demonios le
importa eso? No a mí, de seguro y auguro a mucha gente tampoco le
importaría un comino o un grano de maíz tierno. Importa si Maradona
era drogadicto. Maradona al Tiber de repente sin proviso ni aviso ni
compromiso. Muere usted por saber de una buena vez quién era el León
de Payara? No al león, of course, ni a la llanura que con ese nombre
no aparece en el mapa de esta tierra. Cree Usted, mi saltimbanquis
preferido, todo lo que lee en Internet? Usted es un barco perdido en
la mar bravía de los ilusos perfectos. Importa en fin saberlo todo?
Con cuál objeto? Con ninguno, por supuesto.

Lo importante, estimado quelonio es: Simón Bolívar, a pesar de
todos los pesares, libertó la mitad de un continente, previó y
promovió la unidad latinoamericana. Le quita algo a ese Bolívar, el
ser o no ser negro? Sin duda, no. Maradona, por otra parte, fué uno
de los mejores futbolistas del mundo. En su primer tiempo de su juego
vital, jugado con su equipo de toda su vida, el Boca Juniors. Que en
el Segundo tiempo, su trayectoria erró el camino, culpa fué de la
droga y de su deseo de superarse a sí mismo. Pero nadie puede quitarle
lo bailado al gran Maradona.

Pero ahora, no importa mucho nada de todo este pastel de zanahoria,
convertido en historia digna de ser contada.

LA GAROTA

La garota viene, la garota va. Baja de donde vive, a la orilla del
mar. Después de toda la solada, la solera le queda bien en la piel
morena. Toda la piel muestra su morenez : carne morena toda, senos
morenos, morena la redondez de sus haberes de la cuesta del pelo hasta
las punta de sus pies. Es la misma mujer que ayer no más vimos en la
playa de Macuto, o en la playa Lido? O la que veremos mañana, por las
playas de Viña del Mar, o en la de Ibiza, más allá de las costas del
Atlántico?

Ayer, tan sólo fué ayer, o parece que fué ayer, la garota de Ipanema
no apareció por las orillas de la Playa de Copacabana. El viento
pregunta y se pregunta: Dónde está mi garota, que no la veo y necesito
verla! El caracol afirmó con tozudez completa: La garota de Ipanema
se fué esta mañana muy temprano. La llevó un garotio de hablar muy
raro, rumbo a las playas de la Costa Azul francesa. Ah? Ah indeed,
dijo el Cuervo y alzó su vuelo por encima de la playa de Higuerote.
Antes, afirmó, convencido: La garota famosa se ha ido para siempre! No
la esperen más! Dijo que nunca volvería!

Mas no pudo cumplir…

No, su irrita promesa: Volvió un día de agosto, con la derrota en
bandolera, y se tendió en la arena, desató el sujetador hilo de sus
senos morenos a la caricia del sol en sus espaldas. El sol pronto y
presuroso, acarició la ofrenda sin malicia. El sol es un fiel amante
de la piel canela, aquella a quien cantó el gran Bobby Capo.

Termina aqui la historia? No, apenas comienza. Sólo cambia de
nombre la misma playa, y cambia de idioma el hombre que se lleva a la
mujer a la playa de un mar, el mas cercano.

Yo por la parte que me corresponde, la última vez que ví el mar fué
en mis tiempos augurales de comenzar a trabajar como médico rural. Un
buen día, salía del Hospital donde por entonces trabajaba, cuando una
de las enfermeras ayudantes, preguntóme: Va Usted, doctor, por un
acaso, rumbo y camino de Higuerote? Pues, le dije sí, hay diligencias
para mí por esos lares. Pues, lléveme Usted en su auto, quiero ir a
la playa a tomar un baño de sol. Sola? Pregunté. He venido otras veces
sola, además esa zona donde voy es totalmente oculta y desolada. Jamás
la sorpresa de un transeunte distraído.

La llevé, pues, ese bendito día a lo más profundo y solo de la playa,
hasta donde pude llevar el auto sin peligro. Lo detuve, casi las
ruedas dentro del agua. Ella sin mirarme siquiera un Segundo, abrió la
puerta y se lanzó al mar, desapareciendo en pocos momentos, sin volver
a la superficie. Pero luego, a lo lejos una mano de mujer y una cola
de sirena, me dijeron adiós aquella tarde, y el canto de una sirena se
oyó por última vez por todas aquellas playas de mi Barlovento.

CON HUMILDAD?

Con cuál de ellas? Con la del supuestamente derrotado de antemano, o
con la que recibe la limosna de la libertad concedida graciosamente
por los poderosos,
O ganada a pulso de valentía por todos los pocos que por aquí hemos
sufrido lo indecible hasta poder respirar cierto aire de libertad al
salir por la puerta del centro de votación?
O con el orgullo cierto del ganador indiscutible, quien acaba de sacar
del poder, así dicho, así cumplido, sacar del poder al peor de los
gobiernos de los que nos han malgobernado en todos estos tiempos
fallidos? La sonrisa de la seguridad, ahora sí podremos planificar con
altura y seriedad del conocimiento el mejor futuro para la patria,
Terminarán, porque deben terminarse, a como dé lugar si no dan lugar
a otra cosa, con pandillas ocultas el rostro pero no las armas,
recorrer las calles de una ciudad atemorizada disparando a diestra y siniestra,
indiscriminadamente a transeúntes inocentes, hijos en brazos de sus
madres, mendigos pidiendo pan para algo medio comer el día de hoy?
Nos concederán victorias parciales como caramelos de cianuro, ya
degustados en otras oportunidades, o tendremos el valor de empezar por
sanear cual Hércules gigante los establos de Venezuela, incluyendo
comunas espúreas? Recogeremos al fin los desechos sólidos, tóxicos,
lavaremos las calles, enseñaremos a recoger los detritus de animales y
los animales muertos en las calles? Sembraremoos de flores las
ciudades, en vez de sembrar cadáveres?
Tenemos al fin la palabra y la acción. De nosotros depende lo
que hagamos. Y eso haremos, por fín, lo justo, lo haremos! Por Dios,
eso haremos, comenzando ahora!

PREGUNTAS AL AIRE

Preguntas al aire fresco de esta tarde de Noviembre.

Los trajes Burka, tienen aire acondicionado incorporado?
Los trajes de baño Burka no mojan ni pueden ni deben mojarse?
Hay trajes Burkas para hombres? No? Pues deben decretarse ya, Faltaba
más, diría el Profeta.

Los militantes del Yihad, son los mismos del ISIS, nombre
impronunciable sin significar nada, demuestran la carajada a nivel de
guardavela?

Hay trajes para ninos y niñas de todas las edades, de recién nacido y
para atrás, detrás del capullo? Para fetos, válgame la pena? Que será
de la primera camada de hombres llegando a la adolescencia sin haber
visto el milagro de la visión de una mujer desnuda? Asesinarán a
todas, seguro que lo harán, matarán al Satán que llevan dentro y
seguirán con el cadaver dentro?

Como único castigo para los vencidos, los vencedores
condenarán los culpables: usarán Ustedes burkas de hierro fundido,
encadenados a una torre de cristal frente a una playa de nudistas.
Y un rayo de sol cautivo les mostrará sólo las rodillas
desnudas,blancas al viento de esta tarde gloriosa.

Los negros afrocubanos encerrarán sus hembras tras la prisión sin
rejas de un uniforme modelo burkasiano? Si lo hicieren, que con
su pan os los comáis, negros de mi Barlovento querido por tanto
y tanto tiempo.

Callarán los tambores? Enmudecerá Morela? Perderá la voz la última
de las Magdalenas, Magdalena Sánchez? Sólo oiremos en Caracas
del tormento permanente, la voz del muezzin en la mezquita del
Boulevar de los Artistas, construido por la imaginación de un judío
no sionista?

Quizás, quizás no. Siempre habrá un mañana, nunca un quizás
si la memoria falla.

SIEMPRE, LA POESIA

El poder de la poesía :
La poesía es poder

Cuentan las leyendas bereberes, que un día presagioso, siglos ha,
una Venus semidesnuda de un seno y una rodilla brillando al cielo,
esperaba, sentada en el único oasis de aquel extensísimo desierto,
cántaro lleno de clara agua salida de la tierra más profunda. Cuentan
que pasaban las horas sin nadie aparecer en todo aquel sendero hecho
desierto. No vendrá nadie? Preguntó la Venus, Vamos en camino, se oyó
decir a la distancia, el Viento.. Al atardecer del tercer día,
convencida nadie vendría a su encuentro, desapareció mujer, cántaro,
agua, aljive y oasis – todos en ún solo instante y momento. Era un
espejismo corriente en el desierto, se dijo el camellero, quien junto
a camello avanzaba contra la arena que lo dejó ciego por momentos.
Sin embargo de sus sueños, llegó al mirage, descendió del camello
quién dobló su pata derecha para descender el amo. De inmediato y
repentinamente, apareció el oasis verdadero y Venus, sentada bajo la
palma del palmero, preguntó al verlo: Trajiste dátiles? Los que
habían, perecieron de sed. Si, los traje, y algo, que mostraré, más
tarde. Tengo sed, y hambre de todos los senderos caminados. Sentóse
junto a la Mujer, ella sirvió en cuenco de barro cocido el agua
fresca de los sueños, los dátiles que trajo del desierto el solitario
en brazos de los Vientos. Pero antes, díjole la fausta, limpiemos
nuestros cuerpos y nuuestras almas, eso es necesario para el gran
disfrute esperándonos. Dicho, en un amén sonoro, despojáronse
de ropajes incómodos, sustituyéndolos por otros más íntimos y cómodos,
propia piel; al aire caliente de la tarde, Y dos cuerpos y almas
desnudas gozaron del agua fresca derramada de los cuencos
desnudados del agua de beber, solazáronse en agua y viento suavizado
ante la hermosura pareja de la pareja en carne regozada por tres
veces. Es voluntad del Ojo que todo lo mira, dijo ella, El asintió,
y durmieron abrazados y unidos el uno al otro en comunión perfecta de
cuerpos y almas. Después, y con toda inmediatez, todo aquel
flamígero espejismo desapareció en el aire, llama ardiendo al viento
de la tarde, y todo quedó hecho poesía, poesía es fuente de poder y
efecto del sentimiento. Quizas, dulce amiga, querrías por un
único instante y suficiente intenso, vivir el mismo sueño? Dí, Si,
dijeron las Tres Venus, que Tres es el número escogido por la
Suerte, para aquellos que se atreven a vivir el sueño de la Vida y
aborrar la pesadilla de la Muerte. Las Tres Venus, la de Milo, la de
Samotracia y la de Boticelli, unieron sus manos y sus voces,
entonando el Himno de la Libertad y la del Amor, llamaron a los
esclavos hebreos del Gran Nabucco, en las gloriosas notas de un Verdi
prodigioso. Oh tierra mia, tan amada y tan lejana!

Ese, querida amiga mía, es el himno inmortal de todos los
seres humanos, hasta el sol de Hoy al final de los Tiempos por
venir, que seran mejores!

Así sera, y lo que ha de ser será!