La Mujer, el Toro y el Torero

El toreo es una pantomima que montan los toreros
a conciencia no arriesgan la vida; no es valentía
es un engaño basado en las mentiras. Los toros
no son como las damas, no embisten a traición
sino de frente. Nunca se ha visto herida producida

por un toro en la espalda de un torero, sino en la ingle
o en la pierna, estando frente a frente el toro y el torero,
Es la misma razón del llamado desplante, que tanto
aplauso arranca del soberano cuando el torero muy
valiente da la espalda al toro arriesgando que lo embista

y que lo mate. Pero el toro no hace eso, no ataca por la
espalda a nadie. Se queda quieto, mirando como el torero
se aleja, pero lentamente. No corre, porque si corre
el toro lo persigue, no para embestirlo, sino para que voltee

y se le ponga de frente pata poder atacarlo según ordene
el código animal que tiene marcado en su trompa, en su
frente. Por eso el toreo es una pantomima de valentía
no simula seguridad que sí la tiene. El torero no arriesga

su vida, hace un despliegue seguro de la naturaleza
del noble burel que tiene enfrente. En cambio, mis
banderilleros queridos, la mujer si ataca a traición
a quien ella quiere. Demostraciones? Sobran a millones

en todos los libros, poemas, novelas y tropeles de
caballeros defendiendo damas de enemigos innúmeros
o viejos verdes. Dicho esto me retiro detrás del
burladero, a esperar que el toro y la mujer se den
de cabezazos, mientras parece oírse sus denuestos

Sal de ahi, cobarde pinturero! Y le contesto ni de
vaina, mi querido toro companero!

Cosas de Locos

La guerra es una cosa de locos pero peor aún
es declararla. Qué objeto tiene declarar una
matanza de semejantes a uno? Disminuir el
número de seres? Disminuir el costo de la vida?

Proveer de diversión al populacjo como
lo hacían los romanos? Aprovechar la cosa
cosa de locos, para inventar nuevas maneras
de matar al prójimo? No basta haber llegado

hasta la bomba atómica, la cual gracias a Dios
no se ha llegado a emplear, pero muchos han
sentido cosquillitas en las manos? Cosas de
locos, es cierto, pero algunos locos son más

cuerdos que los locos que aquí los comentamos.
Hagamos un pacto que sea cosa de locos
encerremos a los cuerdos y quedémonos afuera
todos los que nos creamos locos y veamos

cuantos quedan de cada lado para probar que
es cosa de locos declarar guerras y comer
cachicamo rebosado con ensalada de pernil
de gato y queso gruyere hecho con la mano.

Ella Baila Sola

Es el nombre de un famoso dueto español
ya disuelto como suele suceder con esos
duetos, terminan por no aguantarse el uno
al otro, y pronto cada quién camina por su

lado. No crean mis compañeros de dueto
que ese nombre es gratuito por lo raro.
Ese nombre tiene su significado como bien
lo entenderan ahora: Ella dice que ella

le encanta bailar sola. No es cierto, yo la
he visto bailar sola en la cocina, pero
abrazada a una pareja inexistente.
De lo que es capaz alguna gente!

De tal manera mis queridos intrigantes
si la vieron antes bailando sola ante
un espejo en su habitación de soltera
está viendo en ese espejo la pareja que

adora, con la que baila todas las noches
en su casa, en su cama, en su cónsola.
Retirémonos en silencio y respetemos
su íntima soledad. No está sola –
duerme como bendita en brazos de quién

ama y lo ama con pasión desbordada. Además
han visto ustedes en una reunión social una mujer
bailando sola? No es tan infrecuente. Ojos entre-
cerrados, gesto de pasión extrema, está muy lejos

de la fiesta, en brazos de su amante a distancia
en donde quiera. Dá envidia verla
Ese es el gesto en todos los presentes.
Y algunos ausentes cuando les contaron
ese cuento de una mujer bailando sola.
Ay quién pudiera, amigos míos
bailar con ella!

La Esfinge

Un joven se detuvo un día frente a la célebre
Esfinge, la cual resolvía los más difíciles enigmas,
descifraba misterios, revelaba imposibles.
Preguntó: Dime, tú, que todo lo sabes, que

todo lo adivinas: Soy yo culpable de los actos
de mi esposa? Como puede eso ser posible
si ella siempre hace lo que quiere, siempre
lo ha hecho, ese es su derecho? Dime Tú

quien todo lo sabe, todo lo adivina, si soy
responsable de los actos de mi padre? Lo dirá
el Libro de los Salmos, pero no se puede
aceptar eso. Tampoco puedo aceptar ser el

culpable de lo que hagan mis hijos. Yo les
enseñe lo que debía ser correcto, cada uno
de ellos hizo lo que quiso, sin remedio ni
otras mojigangas. La Esfinge callaba. El

no aguantaba ya más. La increpó dura-
mente: Dime, al fin, estatua del demonio –
no puedes hablar pero hazme una señal
con las patas que tienes bajo tus garras.

Respondió sacando la pata derecha bajo
su garra e hizo un gesto negativo. Cada quién
es responsable de sus actos, dijo la Es-
finge y se quedó callada. No ha respondido

más preguntas desde entonces, y pasó a ser
leyenda de todos los pueblos de la tierra.