LA APARICION DE UN POETA

Recuerdo bien el día, pero no la ocasión ni la fecha, cuando mi amigo
íntimo de toda la vida, sentados ambos en el café de la esquina
cercana a nuestras casas, me dijo, como avergonzado, He decidido ayer
ser poeta, y ya escribí estos versos, a la Raquel, sabes, la muchacha
que a los dos nos tiene sorbido el seso. Y pienso que éstos sirvan
para decidirla, de una vez por todas, quién de los dos quedará con
sus besos. Y diciéndolo y haciéndolo, me pasó la hoja donde escritos
estaban los dichosos versos. Los leí, más por curiosidad que por otra
razon oculta, y la sorpresa me golpeó la cara: rima perfecta, ideas
claras, poesía clásica de la Edad Media española. Debió ver en mi
expresión la aprobación absoluta que buscaba, y tomando el papel en
sus manos, me dijo: las llevaré y entregaré ahora mismo! Y casi se
levanta. Le dije, no la encontrarás, aún está en el Liceo. No preguntó
cómo lo sabía yo, sólo sentose de nuevo – y respiré profundamente,
quizás para digerir lo que había escuchado: Quizás ya perdí la partida
y no me había dado cuenta! Aún no, le dije, no ha decidido nada, pero
ninguna mujer resiste la belleza de un poema dedicado a ella.

Pero, aprovechemos esta brecha antes que ella salga de clases
para decirte algo que te interesará mucho. Uno no escoge ni decide ser
poeta, uno un día descubre que lo es, pero es un hecho independiente
de tí mismo, no tiene explicacion racional. Sucede, está allí,
oculto, y de pronto es un manantial abierto de versos como flores,
indetenible. Una vez que la fuente alza su voz, no la parará nadie.

Y el chamo, pues de un chamo se trataba, quedó estático un
momento, agarró la servilleta de papel y una mano extraña comenzó a
escribir : Puedo escribir los versos mas tristes esta noche …

Y el Premio Nobel lo esperaba en la distancia.

QUIEN TE PERDONA

Quien te perdona es quien te quiere. Aférrate a
su perdón y vivirás por siempre.

Quien no te perdone, quiere tu muerte. Huye de ella, y serás salvo.
Perdona tú a quienes te ofenden – gánaras la paz, y la paz es lo que vende.
No hagas caso de palabras sucias. No ensucies el agua clara de tus pensamientos.
Oye lo que tus enemigos te digan. Puede ser que te digan la verdad, y
eso es lo que debes buscar y que mereces.

Deja pasar al apurado que viene detrás tuyo y casi te atropella.
Hallará pronto la muerte, es lo seguro. Tú seguirás el camino,
acompasado, te espera la felicidad, sin tanto apuro.

No pases por encima de otra vida, puede esta ser la tuya y asá la
tendras perdida.

No hables mal de la gente. No lo merecen, es tiempo perdido. Habla bien
de todos, lo tienen merecido aunque sea por el solo hecho de estar
vivos.

Mira con piedad infinita al pobre, al mendigo, al desvalido. Tiéndeles
la mano y sácalos del limo del olvido. Ganarás el cielo para ellos,
para tí el recuerdo y el desolvido.