Tenemos, queridos compatriotas, coterráneos, extranjeros,
comunistas, adecos, anarquistas, extemporaneos, y demás yerbas
aromáticas que adornan la mesa del no comer, de moda en estos días
aciagos, palaciegos, numismáticos,y noctivagos, todo en una sola pieza
de tela de colores recién pintada. Y es la siguiente oración de
difuntos: Debemos morir, por cuanto morir es un deber, morir en
esta patria de dolor, y luego ser enterrado allí mismo y sin decreto?
No, no podemos por una muy complicada razón: las urnas están
demasiados caras para pagarlas, comprarlas, originales o de segunda
y tercera mano. Como dice, fraile Francisco, hoy en altos compromisos?
Pues, así mismo, como lo oye, amigo franciscano. O debemos a cambio,
por cambio de seña en el dogout morir aquí y ser enterrados allá? Muy
caro, amigo Di Paolo, demasiado caro para bolsillos escuálidos.
Bueno, entonces , morir y ser enterrados de una sola vez por allá
lejos, más allá del Mar Caribeado? También es caro – en el Norte helado
las cosas son en dólares, no en bolivaritos devaluados.
Ah! grazna el Cuervo, siempre atento a las necesidades de los
venezolanos, o venecubanos, o cubazuelanos, como Usted quiera,
Comandante en Jefe, usted es el que manda aquí, nadie más, sino su
mujer. No faltaba más! Lo que Someto, comenzó con gesto de campeón
de boxeo, a consideración de los habitantes de esta Patria malquerida
por ustedes, sinverguezas de alto coturno. La cosa del morir y ser
enterrado, es simplemente simple: escardilla, chicura y rastrillo en
mano, abran un hueco pelado en la tierra, no le pongan ladrillos ni
nada de nada, agarren muerto entre cuatro, vivos, no muertos, por
favor, métanlo en cualquier saco, y como si fuese en verdad, un saco
de papas, lo echan al hueco, y lo tapan con bastante tierra. Y ya
está! Vieron? Qué fácile es? Cuando se quiere, y se quiere de verdad,
uno se casa o se muere. Y colorín colorado, el cuento se ha acabado, y mi
menda se larga a echarse el palo acostumbrado en estos casos y otros
que no menciono para no dejarles el gusto alebrestao.
Chao pescao, hasta el proximo entierro! Que será mañana, según me
avisa el asesino de guardia en el Partido. Están avisados, camaradas!