EL LLANTO QUE NO CESA

La lágrima no cae, el dolor no termina, la noche es más oscura, la
tragedia se entroniza, las flores se marchitan, el océano no se
mueve, el viento vuelto polvo, revertido en lodo donde todo mal
prospera y todo bien se ahoga.

Llora el sembrador sobre la tierra porque la agotó el viento y
la sequía, porque la desidia de los otros la convirtió en desierto
para todos los dias y la condenó a muerte por todos los tiempos.
Llora el médico lágrimas amargas al pie de las camas donde yacen
muertos sus pacientes por falta de medicinas negadas por la chusma
que las acapara en demasía y con demasiada mala intención. NO hay
ser humano sobre esta tierra desgraciada que no llore la
ausencia de alguno de sus miembros, la invalidez de otros
atropellados sin remedio, que no se agolpe a las puertas de la Morgue
en espera le entreguen un cadáver en tan mal estado que no podrá tener
seguridad si ese muerto es el suyo o el de otro buscado por otro
quien justamente está parado a su lado,

Lloran las madres casi todos los días, desde el recuerdo de no
haber podido detener la salida de casa de sus jóvenes hijos, armados
sólo de una cédula, un carnet estudiantil, y un boleto de Metro que no
podrán usar porque lo han cerrado los jenízaros y el brillo de las
armas de fuego rapido.

Lloran todos porque una manga de invasores, sus propios
ciudadanos, han invadido su propia tierra, aplicándole la política de
Tierra Arrasada, heredada del peor Stalin de todos los tiempos, y
todos ven con los ojos llenos de lágrimas, como arden los centros
comerciales despues de haber sido saqueados, las fábricas
destruidas, los ríos secos, llanuras inundadas. Parece, podría
decir un campesino, que la Naturaleza se vengó de los agravios
que un mal día un mantuano caraqueño lanzó sobre ella, desafiándola
al amenazar con doblegarla si no permitía el pretendido afán de
libertad de unos cuantos.

Ya no hay ideologías, doctrinas, políticas de estado,
intenciones, metas, programas, líderes conductores, banderas. Todo
eso se esfumó en el aire como el humo se disipa después de apagar
los hornos en las panaderías, y cerrar las cocinas de las casas y los
restaurantes. Vista desde la altura, sólo podrá verse una masa humana
informe, deforme, que encoge y estira al capricho de un destino de
muerte y destrucción incluída en un nuevo Decálogo del Mal: matarás
a cuanto ser viviente encuentres, robarás, violarás cuantas
encuentres en las calles sin fijarte, asaltarás las casas en busca de
comida, romperás las paredes y las puertas de casas y apartamentos
dándole fuego a todo lo que encuentres. Y en un momento desapacible y
lento, oiremos todos la voz y veremos la imagen repetida en toda
la ciudad, del nuevo Nerón en el Palacio cantar y bailar al son de
una orquesta inexistente, música pregrabada de antemano, delante de
una multitud de antaño, engaño tan burdo que todos descubren. Pero
eso no importa, lo que importa es el show, y el show debe continuar.

Pero, pregunta el reportero, no hay forma de detener esta
tragedia? Nadie contesta, hasta el momento cuando la voz de la
conciencia proclama a los cuatro vientos, Sí la hay! Por mi fuerza,
la de la conciencia del Hombre civilizado, por la fuerza unida de
civiles y militares, por la unión, siempre la unión, de todos –
campesinos, obreros, comerciantes, pequeñoburgueses, intelectuales,
filósofos, pensadores, periodistas, todo el grandioso espectro de
la sociedad del hombre.

Y así será, podrán decir los augures, porque así quedó escrito
en los antiguos papiros faraónicos – Así será, porque lo que ha de
ser, será para siempre y por siempre hasta el final de los tiempos que
vendrán!

Que serán mejores!

Amén, dijo el Omen y desapareció en la Altura, como ha sido su
costumbre desde los días que se fueron y que eran peores.

LOS CAMINANTES DEL NORTE

Respetable público: Permítanme presentarme a fines de su mejor
conocimiento, con su venia, su aquiescencia y condescendencia. Yo he
nacido y renacido a diario, semanario, mensuario y anuario, en las
riberas de un gran río, llamado el Arauca vibrador, porque su
corriente vibra como cuerda de arpa y bordón de guitarra nueva.
Cuando nieva me desnudo, cuando llueve nadie puede hacerme vestir de
nuevo hasta dejar de llover. Mire que soy de buen ver cuando de
liquiliqui y sombrero, encabullao el garrote, bajo del cerro al
poblao en busca del joropeo o del baile de tambor, que a negra de
buen olor no le niego un manoseo. Yo me resbalo en lo seco y me paro
en lo mojao, no hay quien me aguante un envite y yo en todo tiempo
listo para el juego de dados, el dominó, el de bolas y el truco es mi
pendón, mi bandera y mi sudario. Me gusta el ron de vinola, la cana y
el aguardiente blanco, el buen ron de la barrica grande, y el mejor
güiski de la escocesa tierra. Soy del tamaño del compromiso que se
me presente, pago lo que debo a su tiempo justo, y espero que me
paguen en igual forma porque también es justo y es mi gusto. Soy
quien cobra, paga, y además se da el vuelto. Soy caminante de a pie,
caballero andante montando caballos blancos, caballero si me toca
camino a caballo por todos los barrancos, si burrero me toca, burro
monto en un de pronto y sale corriendo mi burro como si fuera caballo,
Cuando una dama me ofrece al paso de mi estandarte la flor de su amor
en serio, no vacilo, la arranco sin más remedio ni espera, alzo la dama en
mis brazos y la conduzco al connubio, dejándola satisfecha a ella
y yo queriendo más tanto,

Soy quien canta más claro que todos por esas blancas llanuras,
soy domino a Canaima y al otro que da tortura, he cantado con el
Diablo ganándole el contrapunto, y en la hora precisa y en punto, a
punto de amanecer, le hice dar marcha atrás y desaparecer por el
rastro de la senda por la que nunca se vuelve, No hay mujer que se me
niegue ni pingo que se me atore, cuando va usted yo ya vengo, y
cuando usted venga hace tiempo ya me fuí, montando el caballo negro
con casquillos al revés, de modo y manera, negro, que nunca me hallará
Usted, Buscará por este lado cuando por el otro me fuí, y no verá de
nuevo asu hembra hasta el día siguiente cuando yo se la devuelva.
Verá en la lejanía un polvero, luego un jinete a caballo, su mujer
monta a la grupa, y en un galope tendido y en apenas un ratico, su
mujer cae en sus brazos, sana u y salva y sin daños ocultos o
presente, como podrá usted mismo esta noche cuando vuelva al redil la
que usted vió partir con ojos azorados, no más ayer.

Pero, amigo mío y compañero, no se preocupe tanto por tan poca cosa
que no hay cosa como esa, no es jabón que se desgaste y por más que
Usted le dé, y le dé de más y más, jamás se acaba y desgasta para
fortuna suya y la nuestra.

Ahora, bájese un momento del caballo, usted que como yo es
llanero de averías, y contemple lo que Usted debe ver y no ha visto:
vea esa llanura infinita que se abre ante sus ojos y la verá como un
inmenso mar que también invita a navegar por siempre. Le diré
así mismo lo que hacemos desde hace tanto tiempo que lo hemos
olvidado: arrear, punteros en la soledad, a puntas de ganado
hacia los centros de beneficio para beneficio de todos los
ciudadanos, Somos pues los caminantes del camino,

LAS CLAVES PARA COMPRENDER EL COMPORTAMIENTO DEL SER HUMANO

Muy pronto desde el comienzo de una relación amorosa, los seres
humanos de ambos sexos cuenta se dan de algo que los sorprende y no
debe sorprenderlos. El uno piensa: NO la comprendo! Cuando ella hace
un gesto de rechazo cuando debió hacerle un gesto de cariño. La
muujer piensa: No me dio un beso ni siquiera en la mejilla cuando
vino a verme. Consecuencia: voltear el rostro cuando apenas se le
acerca. Es como decirle: No quiero verte! Y no vuelven a verse. Dos
esperando unirse se separan para siempre.

El más inteligemte de los dos se pregunta a sí mismo ó sí
misma, al otro o la otra: Qué nos esta pasando? Por cuál inédita
razón nosotros, que parecíamos destinados el uno para el otro, nos
estamos apartando tanto que ya parecemos dos extraños? Y el otro
ó la otra, inteligentes como son los dos,pudieran contestarse: es que tú
no me comprendes, o yo no te comprendo – no nos comprendemos los dos,
aún cuando nos queremos o nos hemos querido mucho. La voz de la
conciencia de uno cualquiera de los dos: el problema de ustedes al no
comprenderse es que no saben la razón por la cual lo hacen, no saben
el modo, la razón, la llave para destrancar el juego, la palanca para
derribar el muro, En fin, la clave para comprender el comportamiento
del otro. Y ésta es la manera de destrabar el rumbo de sus vidas. Un
psicólogo pudiera decirles, si fuese consultado: al iniciar una
relacion y poco tiempo después darse cuenta que unirán sus vidas para
siempre, que deberán en el transcurso de sus visitas para verse y
hablar, lo primero que deben habla es qué los motiva, qué hace
palpitar su corazón, cuáles son sus miedos y terrores, qué los
satisface y les da placer, qué los hace llorar, qué caricia le
hace más bien que otras. Cuáles expresiones orales le desagradan,
cuáles le agradan, qué enfermedades han sufrido, qué vacunas han
recibido, qué otras relaciones tuvieron antes y hasta donde
llegaron, y las razones del fracaso o la interrupción del idilio.
Confianza es el secreto. Una relación basada en la desconfianza no es
duradera y su fragilidad llevará a un asegurado naufragio.

La mutua confesión debe ser total para obtener los necesarios
beneficios. Todo médico sabe mucho de este asunto: muchas veces
pregunto a uno de los cónyugues con el otro presente, qué enfermedades
había sufrido su pareja y ésta contesta con ominoso silencio el cual
parece descender del techo del consultorio, En seguida el médico sabe
que tiene enfrente suyo una de tantas parejas disparejas que en el
mundo han sido.

Para terminar, antes de apagar la computadora e irse a dormir,
una contribución personal del autor de estas notas, también médico en
otro tiempo ya pasado que parece no existió jamás. El principio de la
confianza debida es valedero para las relaciones interpersonales a
todos los niveles, desde el núcleo familiar hacia arriba en la
complejidad del contexto social, y en el se incluyen los amigos, mis
queridos amigos. Y quedan incluídos también los niños, Miéntanle
a un niño, perderán su confianza y jamás esos niños dejarán acercarse
a quienes le mintieron.

Y un ultimo caveat, mis amigos – si quien le mintió a un niño es
su padre, este perderá al hijo para siempre. El hijo desconocerá
al padre y crecerá solo con la ayuda de la madre y llegara solitario,
amargado al fin de sus dias.

Muchas son las victimas de la desconfianza. No sea Usted una de ellas,

DEMASIADO MUCHO DE TODO, DEMASIADO POCO DE MUCHO

Demasiado mucho de tanta sangre derramada, de tanta destrucción
aborrecida, tanta inequidad establecida. Demasiada el hambre, el odio,
la voluntad perdida, los ojos turbios, la boca amordazada, la
esperanza perdida, el alma en vilo, la muerte en cada esquina.

Demasiado mucho el querer venganza, demasiado poco el valor para
obtenerla. Demasiado poco de moralidad escasa, demasiado mucho de
inmoralidad extrema. Demmasiado mucho de prostitución obligada,
demasiada poca capacidad para evitarla. Demasiada tragedia, demasiada
muerte infantil, materna, juvenil, adolescente. Demasiado mala la
calidad de vida, demasiado buena la cantidad de muerte. Familias
enteras despedazadas, sus pedazos lanzados al viento que los lleva
y los deja varados donde quiera. Demasiados destinos para un exilio
ingrato, demasiados pocos para vivir una vida feliz.

Se fué la esperanza, llegó la indiferencia. Se fué el amor y nos
dejó el odio como fatal herencia. Murieron los abuelos, los padres se
fueron. Quedaron los hijos anclados en la Madre Patria. Quizás
ellos sean la esperanza. Quizás.

COSAS BALADIES

Cosas sin sentido, burbujas, pompas dejaron frágiles al
viento, palabras sin sentimiento, cosas inmóviles, inútiles, ingrávidas,
agua negada al sediento, comida al hambriento: gestos leves de
despedida, leves movimientos de los dedos fué lo que mis ojos
vieron cuando te fuiste un día, sin volver el rostro, apurando el
paso, sólo tu espalda disminuyéndose en la lejanía, sólo el olvido
aumentando ante mis ojos que no podía cerrar aunque lo quería, para
dejar de verte sin morir. Vana tarea. Un momento después de tu
partida, preguntas como lápidas caían sobre mi cabeza. Cada una más
fuerte, cada otra más trágica: Por qué? Cómo? Cuándo? A qué horas?
Dónde? Con quién? Y una gran verdad se hizo presente: No había
razón, el cuándo era intemporal, el cómo sin importancia, el dónde,
donde quiera se hallase. Que todo había sido por fastidio, por no
dejar pasar la oportunidad, por aburrimiento, por la nyudez, para
olvidar, en fin, razones nimias, tontas, inútiles, sin basamento
cierto. Lo comprendí todo, me sentí mejor y recomencé el camino de
la vida, sentí el olvido y el renacer de una nueva esperanza. Sentí
el Final de una historia de amor irrelevante como la escena final de
las películas de antes y caminé de espaldas a la cámara,con el sol a
mis espaldas, rumbo al ocaso que podía ser muy bien el ocaso de mi
vida. De pronto, un milagro sucedió ante mi vista, como debe ser en
relatos fantásticos como éste: el ocaso revertió en alba, y un par
de ojos como soles, subían sobre el horizonte. Parpadeé, asombrado y
asustado, y regresé a la realidad. Estaba de pie, al lado de un amigo y
miré hacia el fondo de la sala y miré los ojos de una bella mujer
quien también me miraba. Ella no necesitó hablarme, me pareció
oírla decir: te estaba esperando. Y yo pensé: Yo te había
presentido.

Un hombre y una mujer se encontraran y amarán caminando por el camino
de la vida. Está escrito en antiquísimas escrituras desde el comienzo
de los tiempos.