Quién te dijo, muchacho del carrizo
que yo estaba anoche en tremendo vacilón?
Pues, querido papaíto, me lo dijo mi tía Adela
quien te vió cuando tú le entrabas con mucho
entusiasmo a la cuestión. Pero díme, tu tía no
te dijo que ella era la cuestión? No, ella es de
lo más reservada ; no quiere enlodar mucho su
reputación. Mucho? Quiere decir que la enloda
un poco nada más? Yo no sé, papaíto, no sé nada –
soy inocente de toda intervención. No te dijo Adela
por ventura que me vieron manejando el auto
de ella? Confirmo my dear papa, te robaste el auto
donde justamente la llevaste a la escena? No, no me
he robado nada, . Quieren desacreditarme ahora que soy
Presidente de Venezuela, cargo en el cual uno se roba
lo que quiere, cuando quiere, donde lo pongan, donde
haya. Está bien, papa mío, voy a ser tu cómplice – por
eso tengo tan buen maestro en esa escuela de ladrones
en la cual se convirtió cierto partido que no quiero nombrar
por miedo a que me expulsen de la escuela!