Honoris Causa

Ilustrísimo actor y director de teatro,
además de otras menudencias, promo-
tor de cultura por excelencia, como lo
demuestra el Centro Juvenil

Cultural, posteriormente Centro Cultural
Juan España; después, Ateneo de Santa Teresa
más despuecito, Ateneo de los Valles del Tuy –
río egregio a cuyas márgenes pueblos

célebres se establecieron y dieron fruto.
Columna egregia del cine venezolano
al cual contribuyó gratuitamente, soli-
dario de imberbes cineastas en procura de

crear un cine nacional, digno y lozano.
Director y productor de buenos progra-
mas de televisión que quedaron como
material de estudios universitarios

en la UCV y en la Universidad del Teatro.
Por todo ese error tan grande de ser bueno
(ser bueno es un pecado, dijo Alfonso
el sabio)y por haber cometido semejante

pecado
Perdonamus Te.
Por el mismo motivo, este doctorado
honoris causa,
concedemus Te

y todos los Tes que en el mundo han sido: té de tilo, té de camomila, té inglés, t´ verde, té turco, té otomano; incluso el té danzante donde danzan los tunantes. No los de la Tuna universitaria, sino los tunantes sinvergüenzas y sobrantes.

Excelsa Licenciada en Enseñanza, cultora de la esperanza
de modificar aprendizajes, habilidades y proyectos, por querer
modificar lo que de antigüo se tenía por cierto, por ese
atrevimiento:

Perdonamus Te
Por la osadía de cambiar lo que se creía sin el menor remordimiento
Nombramiento de Doctor Honoris Causa
Concedemus Te!

Socióloga de fama, gerente de recursos humanos
de varias empresas; mujer inquieta por hacer del
canto coral una expresión excelsa del alma que
se expresa a través del canto; canto en una coral

expresa compuesta de varias corales, en la pre-
sentación pública de la obra maestra primigenia
del maestro Antonio Estevez; grabada por su
propio autor, editada por razón de una colecta

entre amigos, conocidos y quienes quisieron cono-
cerla, orgullo necio de sibaritas con dinero sobrante
(vanidad humana, que le dicen filósofos y malos
entendidos). La obra fué publicada en edición

exckusiva, numerada y firmada por el autor. La edición
que le correspondía no pudo recibirla, por su muerte
prematura debida (cómo no?) a un cancer de corto
tiempo; el ejemplar quedó en manos de su hermano

financiero en común de la colecta; ella nunca supo
creo, de la existencia de ese discco para coleccionistas
hoy en manos de su hermano, quien lo guarda sin recelo
y no sabe qué hacer con él sino oírlo pocas veces y ver

a su hermana entre los corales cantando a un tiempo
la partitura de la obra maestra del Maestro. Impulsora
del movimiento coral venezolano, lo hizo ganar dos veces
el Premio Mundial de Cantoría celebrado en Europa.

A un grupo extraño de doctores honoris causa, asistentes
al acto solemne de acción de gracias se les oyó decir
en voz muy baja, Nosotros los que hemos sido honrados
honramos a nuestra vez, a Te.
Honoramos Te.
Por habernos igualado
Honoramus Te
Por habernos superado
Honoramus Te!

Medico Cirujano de valía no reconocida por momento –
ataques de envidia de los mismos médicos, quienes a él
le debían sus enseñanzas; por el valor inmenso de querer
cambiar la manera de ser y actuar los medicos

aprendiendo a que no tiene valor la más mˆnima soberbia
a que el paciente tiene sus derechos
asi como los tiene el médico. Del balance
intermedio resulta el gran privilegio
de ser médico y de ser paciente
de ese médico..

Por las razones antedichas, predichas
y no dichas
Doctorado Honoris Causa
concedemos Te
Laudeamus Te. Inclinamus nos ante Te!
Pateamus Le
a quien viole normas éticas
y viole Hipócrates Codie.

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