Creo mi deber como ciudadano del mundo, escribirte los pensamientos
que me inspiran, hombre viejo como yo y al final de su vida, los
acontecimientos actuales, motivo de preocupación en familiares, amigos,
relacionados, y demás personas del entorno de todos. Todo esto se
refiere por supuesto al Medio Oriente, región donde la muerte se ha
enseñoreado de la vida rutinaria de poblaciones presas en su
propio laberinto. Muertos jóvenes y niños todos los días, anuncian los
periódicos, atestiguan las acciones, lloran las familias. Quién les
ha dicho a esos capitanes de la sangre que la muerte engendra vida?
La muerte sólo engendra más muerte, y si hoy son tres los muertos
sumados todos, mañana serán 100 y pasado 3000. Por ese camino de las
sombras todas esas tierras revertirán al desierto de la antiguedad por
la propia voluntad de sus habitantes. Pero lo más tragico de todo este
descalabro moral son los jóvenes, niños y adolescentes, los que
están siendo muertos, asesinados o enviados a la muerte. Cuando todos
los jóvenes hayan muerto, y no lo duden, se morirán todos, sólo
quedarán los viejos, quienes se extinguirán en pocos años y todo esa
tierra volverá a ser el erial de los tiempos bíblicos. Es eso lo que
se quiere? Ver desaparecer en una hoguera muy alta, hasta elcielo de
de Yahveh y Allah, la ciudad Jerusalem, los restos del Templo, las
mezquitas, los museos, el Barrio Judío, las murallas, las puertas de
Jerusalem, el Gólgota, Belén, los rollos del Mar Muerto? El Technion de
Haifa, pasará a ser historia? El Conservatorio de Violín de Jerusalem
será destruido hasta sus cimientos? No lo duden los seres humanos
todos: la Humanidad entera se juega su existencia futura en este
conflicto. Perderemos la paz, después de tantas guerras inútiles?