Mi Esposa La Benéfica

Mi esposa la benéfica regala cuanta cosa
le sirve para algo; ella lo necesita, ese es
su comentario, yo puedo comprarme otro
cuando lo considere necesario. Bien recuerdo

el día en que a una amiga regaló un aparato
de aire acondicionado el mismo día de haberlo
comprado porque la otra lo quería
para comodidad de su esposo que era anciano.

Y después, se moría del terrible calor que hacía
en la sala de su casa; tampoco compró otro
porque el dinero, según me dijo, hay que ahorrarlo.
Como podrán ver mi esposa la benéfica

es una tipa de cuidado. Hay que tenerle miedo
y su razonamiento respetarlo. Si no lo haces
corres el riesgo de sus insultos de antemano.
Recuerdo bien otro pasaje cuando para mejorar

sus condiciones, abrió un negocio de ropa nueva
para personas de su sexo; el éxito fue de antología:
vendió toda la ropa, pero a sí misma, y obtuvo así
nuevo vestuario para la temporada que venía.

Mi esposa, la benéfica, es persona capaz de cualquier
sacrificio para que yo me sienta satisfecho
de que ella tenga una buena dentadura, aunque cueste
un ojo de la cara el artefacto ese

Que más puede esperar en la vida ese anciano
decrépito que lleva por nombre, pegado
en la frente un papel que dice
sin ningún desagrado: Este es mi esposo

el que sacrifica todo, lo que tiene y lo
que no, por el bienestar de esa inocente
esposa que Dios le deparó en un acto
de generosidad divina. El primer

Batallon de Hormigas de la Batalla
de La Miel, Estado Lara, la ha nombrado
por sus merecimientos, Jefa Honoraria
Dios bendiga a mi esposa, la benéfica!

Dios la guarde en su gloria, la introduzca
en el calendario, el dieciocho de mayo
como día de la Santa Beneficia, madre
de los pobres y de todos sus hermanos.

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