Para sus claros planes de predominio criminal. Ahí los tenemos, a la
vista de todos, mientras cientos de países miran hacia otro lado. Se
llaman – por cuanto hay que identificarlos por sus nombres – a Nicolás
Maduro Moros, de la Venezuela en ruinas, a Raúl Castro con otro país
en ruinas, al cual está decidido a enriquecer al país y aumentar la
suya propia fortuna. Donald Trump, empresario tracalero, proxeneta de
reinas de bbelleza, elegido extrañamente en elecciones trucadas
amanadas por técnicos rusos enviados por Putin, autoelegido a su vez
como Presidente de la Unión Soviética, Dictador stalinista, último
Zar de todas las Rusias. Más allaíta, el último o los últimos
dictadores chinos, nuevos capitalistas aliados en la conspiración
mundial por el poder absoluto de todo el mundo.
Linda camada. El Jefe Supremo, tal vez Cruz diablo, debe estar
sin duda, muy orgulloso. Desde la trinchera opuesta, un tal Dios
Cruz, lanza una maldición: Sean malditos los tiranos de todos los
tipos, de toda la historia, de todo el Universo!