La Baba

Palo con esa baba(*) y la baba ahí
Nada lograba hacer que se moviera
la condenada parecia enclaustrada,
en convento de singular bienhechuría.

Hubiera yo querido sacarla de sus casillas
pero era misión imposible – como la famosa
serie de television de los cincuenta; no tenía
ningún objeto hacer lo que yo quería

en realidad no importaba si se iba;
el hecho era sacarla por descomponerl
la vida; mire que el no hacer nada es
muy mala compañía. Al final como es

fácil de entender a cualquier gente
resolví dejarla ahí donde ella estaba;
al final, a nadie molestaba y seguí
mi camino sin decirle a ella nada.

Visto de otra manera, ella me ganaba
la partida que nadie comenzara; yo me fuí
por la orilla del río de la baba hasta
el meandro del río de la baba, donde

una mata de mango soltaba al viento
sus jugosos frutos para todo el que
pudiera agarrarlos y disfrutarlos
esos frutos símbolo del ser venezolano.

Toma, llévate unos mangos y los comes
esta tarde como sabrosa la merienda;
son cortesía de la baba que allá abajo
en las orillas del río, duerme su siesta
sin molestar a nadie, la perversa.
símbolo del no hacer nada que lo urgente.

(*) Pequeño caimán de los ríos del llano venezolano.

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