Todo es cuestión de costumbre; nada es asunto temporal.
Todo uso entra en desuso o se vuelve costumbre. Toda costumbre
permanece o se convierte en ley. Toda ley obliga a todos, mientras
todos se sientan obligados, luego toda ley pierde vigencia y desaparece
en el aire de la tarde. Todo puede ser verdad o ser mentira de acuerdo
con el cristal con el cual se mire. Cargue con usted, entonces, varios
cristales de repuesto y apreciará mejor los claroscuros existentes
entre la verdad y la mentira. Sabrá que una mentira puede tornarse
verdad si le dan tiempo, y una mentira ir revelandose como verdad.
No emita opinion alguna sobre temas diversos. Puede verse
obligado mas tarde a cambiar de opinión. Todo es cuestión de saber
acomodarse en la vida a toda circunstancia. Es fácil siempre que
nada se lo impida. Toda autoridad es asumida. Nada podrá tolerarse
si no es por medio de la sumision. Toda autoridad no puede ser concedida
sino por aquel que será regido por todo aquel que la acepte,
El hombre sólo puede ser gobernado por la Idea, siempre que ella sea
justa, bella y útil. Faltando una sola de esas cualidades, se dejará
guardada para el futuro; si faltan todas, será desechada hasta su
reforma. Ergo, las ideas nunca mueren del todo, solo esperan su turno
para convertirse en realidad.