TODO Y NADA

Todo es cuestión de costumbre; nada es asunto temporal.
Todo uso entra en desuso o se vuelve costumbre. Toda costumbre
permanece o se convierte en ley. Toda ley obliga a todos, mientras
todos se sientan obligados, luego toda ley pierde vigencia y desaparece
en el aire de la tarde. Todo puede ser verdad o ser mentira de acuerdo
con el cristal con el cual se mire. Cargue con usted, entonces, varios
cristales de repuesto y apreciará mejor los claroscuros existentes
entre la verdad y la mentira. Sabrá que una mentira puede tornarse
verdad si le dan tiempo, y una mentira ir revelandose como verdad.

No emita opinion alguna sobre temas diversos. Puede verse
obligado mas tarde a cambiar de opinión. Todo es cuestión de saber
acomodarse en la vida a toda circunstancia. Es fácil siempre que
nada se lo impida. Toda autoridad es asumida. Nada podrá tolerarse
si no es por medio de la sumision. Toda autoridad no puede ser concedida
sino por aquel que será regido por todo aquel que la acepte,

El hombre sólo puede ser gobernado por la Idea, siempre que ella sea
justa, bella y útil. Faltando una sola de esas cualidades, se dejará
guardada para el futuro; si faltan todas, será desechada hasta su
reforma. Ergo, las ideas nunca mueren del todo, solo esperan su turno
para convertirse en realidad.

YO TENGO UN AMIGO MUERTO

YO TENGO UN AMIGO MUERTO, Quien de noche viene a verme, cuando el
silencio estremece porque sólo el viento mece las del granol grande
que da sombra a la casa y al dolor de la ausencia las mueve.
Aparece como lo hacen los fantasmas, parece atravesar la ventana sin
hacer ruido, se acerca y se sienta al frente de mi escritorio de por medio,
me mira con alegría de volver a verme. No habla, por supuesto, su voz
llega en silencio desde muy lejos en la vida y en el tiempo.

Sé a lo que viene, y es lo que más me alegra. Viene a conversar,
como tantas noches lo hicimos antes, vivos los dos – hablábamos de todo,
de medicina, de la vida, de las mujeres, y sobre todo, oíamos la música
que nos gustaba a ambos desde siempre, en especial, el tango.
El tango para los dos, era un buen compañero, tanto en los momentos de
tristeza como los de alegría. Curiosa cualidad, esa del tango, compartida
quizás con el bolero.

Tengo otro buen y magnífico amigo, éste vivo todavía, pero está muy
lejos en la distancia pata visitarnos con la misma frecuencia de
antaño.

Un sólo pensamiento me consuela de tanta ausencia: Que un día no
lejano podamos reunirnos los tres, ya muertos, para volver a la
conversación. Por una razón sencilla y contundente: los tres
tenemos mucho en común, como era de esperarse: los tres somos o fuímos
descendientes de inmigrantes, los otros dos de canarios y yo de la
raza judía por ambos lados. A dos nos tocó la inspiración para
escribir, al tercero en la lisa, no le fue concedida esa habilidad,
pero la tenía y se limitó a decir lo que él hubiera querido decir.
Me he comprometido a cumplir ese trabajo si me lo permite el tiempo
que me resta y parece que va sumando.

Hoy a la hora del recuento, cuenta me doy que para que una amistad
perdure debe reunir en los amigos las mismas catacterísticas. Sólo así
serán duraderos los nexos en la vida como en la muerte. Amén!

PERDURAR ES TODO

Quien trabaja en el mismo sitio por más de 60 años, jamás se irá de
allí, ni siquiera después de muerto: dirán que su fantasma recorre
los viejos corredores todas las madrugadas, Y otros, dirán que lo ven
también cruzar la puerta todos los días comenzando en seguida a
trabajar.

Si tiene un hombre la suerte inmensa de lograr vivir en la
misma casa por 6 décadas, jamás abandonará su casa – las paredes
conservarán el calor de su cuerpo y repetirán las frases que le oyeron
decir en todos esos años, Eso dirán quienes conocieron casa y dueño.
Es la imaginación, dirán los incrédulos – pero no se atreven a pasar
la noche bajo su techo.

Un hombre que se una a una mujer, viva y la ame toda su vida,
vivirá siempre con ella en el recuerdo de quienes los conocieron y
estimaron.

Un árbol vibe mientras lo visite quien lo haya sembrado, Si
pasa el tiempo y no recibe esa visita, morirá de pena y sólo quedará
un tronco seco, una hoja mustia y un perro echado.

Perdurar lo es todo, por cuanto lo que no perdura se lo lleva el
viento, naufraga en un momento y desaparece entre la sombras
y se vuelve sombra para siempre y por siempre.

EL HOMBRE ES UN ANIMAL

Pero qué animal, señores, qué animal!

El hombre no es un ser superior, ni un ser inferior. Cuando más, es un
ser del extremo más desarrollado. Del otro extremo, estaría aún
hoy, la horma unicelular de vida, la amiba. Quedó relegada a vivir en
el agua sucia de lagunas pantanosas, donde ningún animal humano se
atreve a tomar un baño. Si lo hace, la amiba de vida libre, así
llamada, puede provocar la muerte del ser humano si penetra por los
orificios nasales al cerebro, infeccion que por su rareza no tiene
tratamiento. Muerte segura. Cuidado, hombres animales.

El animal hombre se autoproclamó rey de los animales. Que vaya
y se lo diga al animal león, a ver qué le responde, Pero, avisado,
pregúnteselo desde muy lejos.

Tambien se proclamó rey de la creación, rey del mundo, y para colmo
rey del universo. Son muchas coronas para una sola cabeza, por eso
no ha podido coronarse. Pero pretende que le rindan tributos reales,
como ser el amo de la tierra, de la riqueza y el derecho de pernada.
Cada vez que trata de cumplir lo de la primera noche, lo atacan a tiros
y lo hacen correr, lanzarse por la ventana o arrojarse por el balcón.

La cosa no quedo ahí nada más. No, el desgraciado fué mucho mas
lejos en su locura total: le negó a sus hermanos animales ser
iguales a él, que tenían sentimientos, pensaban, formaban
familias, tenían hogar, hembra e hijos. Alguien debió decirle que se
metiera selva adentro en el Africa Central y visitara a los grandes
monos, los gorilas, y viera, como lo hizo una curiosa antropóloga
y los filmó desde lejos.

Todo esto podría llevar al más desprevenido de los seres humanos
a profetizar, como lo hizo George Orwell, una rebelión de los animales,
que obligue a los hombres a aceptar de nuevas maneras su condición
animal.

LA CIUDAD QUE FUE Y LOS QUE TODAVIA SOMOS

No lo había pensado antes, pero ahora sí lo pienso. Esa ciudad, y
los tiempos que añoramos, tanto dolor producen en nosotros por
haberse ido ya. También nosotros, si lo vemos de esa manera, nos
hemos ido junto con ella. Ella quedó en el recuerdo y nosotros la
revivimos porque vivimos aún en ella. Nuestros son aún hoy el placer
de recorrer la vieja calle real de Sabana Grande, chamos corriendo
rumnbo al cine Río a ver las muchachas antes de entrar al cine en
función de vespertina, única permitida para nosotors los chicos malos
de antes. Entremos de nuevo en el local de Don Disco en la Plaza Brión
de Chacaíto, y allí nos ha de recibir el señor García, uno de los tres
originales, quien nos dice sonreído: Han llegado muy buenos discos,
los aparté para Usted. Puede revisar los nuevos envíos!

Crucemos el umbral de la Librería La Castellana, situada al lado
del Cine del mismo nombre, a la salida de la función de intermediaria
a las 9 de la noche, una vez a la semana. Y, milagro que no volverá
jamás a repetirse, encontraremos publicaciones semanales o de
otra periodicidad, casi en la misma fecha de publicación en el
extranjero. Podía salir Usted del local, con la edición dominical del
New York Times, completa con propagandas y anexos, el Nouvelle
Observateur de París, le Canard enchaine de Paris. Revistas como la
Stern, en alemán, editada en Berlín. Better Homes and Gardens,
americana, Life, Time, Newsweek, Cinema Nuovo, de Italia, Son et
Lumiere, de Francia, Foreign Affairs. Innumerables fuentes de
conocimiento al alcance de cualquier bolsillo, Centenares de libros
de bolsillo, los pocket books a 25 centavos de dólar. No pagaban
impuestos los medios de difusión de la cultura. Centenares de libros
de calidad, baratos, suficientes en número para atender la
demanda, de los célebres y celebrados Breviarios de Cultura
editados en México, de la editorial Losada, de Argentina, los Penguin
de Londres. Quien no leía por aquellas épocas, era porque no tenía
los recursos necesarios, eran pobre y los pobres poco leen, o porque
no les daba la gana.

Faltaria mucho, pero mucho más por decir de la ciudad y su
época, Y hoy? Podría preguntar alguien. Y podrían contestarle: Hoy?
Ese hoy no existe, es demasiado horroroso para ser incluso mencionado.
Sólo aquel ayer existe, aunque sea sólo en la memoria de uno de
nosotros…