CUENTAGOTAS

Hasta aquí las consecuencias. De ahora en adelante, las causas.
Expertos cirujanos cerraron las venas abiertas de la América latina.
Ahora veremos quién convierte la sangre derramada en savia fresca
esta madrugada.

Callaron los cantores. Pero el canto se elevó por entre las tumbas y
las flores. No hay quien la detenga, cuando la sangre se
convierte en canto de la tierra.

EL DEPORTE NACIONAL

Todo lo que Usted necesita saber de su enfermedad, a su alcance
en un click. Aquí.

Un último consejo: no tome medicinas recetadas por médicos. Esos
no saben de medicina, pero sí de aeronáutica: son unos aviones para
cobrar..

A las bolas criollas, el béisbol y el mal hablar del gobierno, han
sido sustituídos, dado el logaritmo de Pi y la estrella polar, por
tomar medicinas recomendadas por cualquiera: médicos, veterinarios,
vendedores de perros calientes, y dependientes y ayudantes de farmacia.
No importa el nombre, los laboratorios que lo producen, las más
confiables son fabricadas en la India, el más indicado de los lugares
del planeta para fabricar medicinas, dados los bajos costos laborales.

Un señor viejito entra a un local de expender medicinas, hojas de
parra, chocolates y galletitas baratas, sintiéndose bien, pero se
sienta en un sitio donde hay una silla. De la sombra surge de
inmediato una señorita quien, medidor en mano, le toma la tensión, le
practica una glicemia electrónica y dictamina: usted está hipertenso y
tiene ademas la glicemia alta. Riesgo de muerte casi inminente, señor.
Pero non preocuparsi, aquí estamos nosotros como chapulines colorados.
En este mostrador le vendemos el remedio para la tensión. No un
caramelo más, sólo los que vendemos exclusivamente nosotros, exentos
de azucar con ese nombre, con otros a lo mejor sí, pero esos no hacen
dano. El viejito sale casi ojeroso ya, medio tieso, frío en las
rodillas, náuseas, vómitos. Pero ahí estan los coyotes y lo sacan
rápidamente del local y lo sientan en la farmacia de enfrente. De la
acera para allá la responsabilidad es de la botica, no hay farmacias,
se me olvidaba.

EL PROGRESO DE LAS COMUNICACIONES

Si algo hay para demostrar que la humanidad no se ha quedado estática,
paralítica, esquizofrénica y nihilista, ha sido el progreso de las
comunicaciones. Antiguamente, cuando el mundo era mundo y no esta
porquería en la cual vivimos ahora, el tiempo y la distancia a la que
sucedían las cosas, para que la gente supiera lo sucedido, había que
medirlo en horas hombre, o en horas bestia, caminando, el hombre sobre
la bestia, claro, no como ahora, que la bestia va montada sobre el
hombre, y con gran beneplácito. De la bestia, por supuesto.

Si Usted preguntaba a uno de los de la Sagrada, cuánto hay de aquí
a Maracay? Tengo que ir a presentarle mis respetos al General. No se
molestaban en decir cuál General. El seeano, es decir, andino, de los
de antes, pensaba como una hora antes de contestar: Depende. De qué?
preguntaba el ignorante. Si va a pie o en bestia, y de la clase de
bestia que rebusque. A pie, es decir.

Refiriéndonos a las noticias, estas tardaban tanto que sólo ahora
hay gente que supieron de la conquista española y querían matar a
todos los Rodríguez que encontraban en la calle. Ahora con eso del
Internet, las atarrayas sociales y demás peluquines, las noticias son
instantáneas. No han terminado de tumbar un gobierno cuando ya están
haciendo lo propio con el siguiente gobierno. Quién quiere ser
Presidente en un mundo asi? Sólo algún loquito desconectado de la
realidad que acabe de llegar de Tucusiapón de Abajo…

Han dicho las últimas noticias que más abajo de San Carlos
de Río Negro, todavía hay indios pescando con las manos en curiaras.
Para allá vamos…

Un ratico a pie y otro caminando, siete días de la semana. La
semana todavía tiene siete días, hasta que mi General decida lo
contrario. Ahora en burro, son como 4, durmiendo, comiendo y haciendo
sus necesidades sobre el burro. A caballo es otra cosa. Si le da un
buen pienso, usted al asunto y lo demás al caballo, éste es capaz de
un solo galope llegar de una vez, como dicen que hizo el caballo
blanco de Jose Alfredo Jiménez, no el de mi general Bolívar. Si usted
es capaz de esperar un tiempito, podrá ir en un fotingo de cuatro
ruedas que lo llevará raudo en seis horas hasta el Hotel Jardín. De
ahí palante deberá llevar baquiano para poder llegar. Mucho tiempo
despues, inventaron una cosa que volaba y que llamaron el Concorde, que
volaba tan rápido ese pájaro que la última vez uno se perdió de vista
tan rápido que aín no lo encuentran. Dijeron que se había estrellado,
pero se han recibido señales luminosas de Ganímedes que hacen
sospechar que por allí pasó hace unos minutos.

FABULA DEL BURRO BORRACHO

Te gustó la fábula, muchachito? La moraleja es obvia. Cuando
manejes no bebas. Contempla las bebas mejor, al subir al autobus.

Apártanse! Allá viene uno, manejando un autobús! La gente corrió
y tras las paredes de sus casas, vieron como el burro chofer embestía
un autito y destrozó máquina y otros burritos dentro del pequeño
autito.

Por los tiempos de la década de los 50, del siglo XX, en el balneario
de Acapulco, Mexico, célebre entre turistas femeninos y masculinos der
danzaer welt, es decir, del mundo entero, la playa principal la
llamaban Caleta. A escasa distancia, un islote aparecía en el mar, y
lo llamaban Caletilla. Quizás por ser más pequeña la playa. Mucho más
pequeña. En ella, vivía un burro el cual se hizo célebre entre los
turistas que acudían en masa a verlo, sorbiendo botellas de cerveza hasta
embriagarse con mucho gusto, caminar de lado y caer al fin al suelo, en
medio de aplausos y carcajadas. Yo lo ví, una vez, en mi presencia
hacer gala de sus habilidades de bebedor de cerveza. Había ido, como
cualquier turista, a presenciar el espectáculo. Pero sólo pude llenarme
de una inmenza tristeza. Tanto navegar a una escondida ribera a
contemplar un burro borracho? Pero si a corta distancia, en tierra
firme, habían muchos burros borrachos, en la playa principal, el resto
del país y del continente. No hay que ir tan lejos para contemplar las
barrabasadas de los burros borrachos, sobre todo cuando son bebedores
no de cerveza, sino del 18 años más caro. Han visto ustedes algunos,
últimamente?

A LA HORA DE PARTIR

Mañana es otro día, dirán los pájaros en vuelo. Y lo será. El
futuro ni el mañana existen. Ni siquiera el hoy – si lo pregunta
alguien, dile que aquí no ha muerto nadie. Sólo quedan los vivos.

Sin que nadie se dé cuenta, se levanta de la cama y se va,
atravesando la puerta sin abrirla. Sólo un olor a malabares inunda
toda la casa, y también escapa por la ventana cerrada, sin abrirla.
A la hora de partir, allí estarán todos: los que lo amaron, los que lo
odiaron, los indiferentes a su vida y a su muerte. Rondarán alrededor
del lecho mortuorio, y el viajero los mirará caminando sin decir nada,
ni ellos, ni el sortario, quien emprende ya el final de todos los
viajes que pudo emprender y los que emprendió también. Quién sabe, qué
pasa por la memoria del moribundo? Nadie lo sabrá, el no podrá decirlo
y adonde va, sólo hay silencio y la oscura nada rodeándolo todo. No
habrá norte ni sur, ni este ni oeste, ni arriba ni abajo. Sólo
extasis estático, inmóvil, inaparente. Entre tanta gente, él no verá a
nadie. Entre quienes todavía lo ven, ya algunos lo habran olvidado.
Las penurias pasaron, quedaron los recuerdos, desaparecen los detalles
y sólo un gran signo de interrogación rodea los intermediarios.